jueves, 21 de junio de 2012

Permisos

Lo que uno menos espera es que las cosas pasen: envías unos papeles a EE.UU. con el mismo desgano esperanzado, casi mecánico, con el que depositas los cupones en las ánforas para el sorteo de un carro en un mall. La sorpresa es cuando, un mes después, ya ni recordabas lo que habías hecho, y recibes un mail, una confirmación en la que te aprueban como Staff de prensa del Comic Con 2012 que se realizará el 15 de julio en San Diego, California. Por unos minutos eres feliz.

Ahora, tienes la libertad de ir a ese lugar, codearte con la marea de geeks, nerds y fans más grande del mundo, pero recuerdas que no tienes visa, nunca has tenido.

Aprediado por los plazos, a todo motor tramitas los permisos y buscas la forma de que te concedan el permiso de ir a pisar suelo gringo. Así fue como encontré la visa de periodista, un papel que para ser tramitado debes cancelar 160 dólares pero que de presentar los papeles indicados, es imposible que te lo niguen. Por otro instante eres feliz.

Los días pasan y empiezan a llegarte los boletines de prensa de las cosas que habrán: exposiciones de zombies, flashmobs de Star Wars, convenciones de ánimes; tu no tienes tiempo de emocionarte porque aún no has completado los papeles para la visa y el reloj corre en tu contra. Por un momento te desesperas.

Luego recuerdas que para ir necesitas donde quedarte. Investigas y te das cuenta que la habitación de hotel más barata que encuentras está a 175 dólares la noche. Son 5 días que tienes que estar allá, piensas "es un valor a pagar por estar en una misma sala de conferencia con Stan Lee, quizás hasta una entrevista le saques". Haces la reservación.

Los días pasan y la señora a la que le encargaste el presupuesto del pasaje para viajar hasta allá no contesta. Haces los cálculos y sabes que vas a gastar todo el dinero que no tienes, pero tu sigues creyendo en la causa. Deliras en las noches soñando, departiendo tus pensamientos entre la gente que conocerás, las fotos que harás y las cosas que aún te faltan por hacer. La visa es lo primero que te atormenta cada vez que dejas de pensar en las poses que harás junto a los zombies. Por un momento te duermes.

A inicios de esta semana me llegó la noticia: el pasaje está a 1400 dólares, dinero que no tengo y aunque dilate el crédito, no tendría para pagar el hospedaje. Comienzas a resignarte.

Los dias trancurren, con las noticias del día olvidas por momentos que estuviste a un paso de irte a un evento al que siempre quisiste asistir, a conocer a los autores que siempre quisiste entrevistar, a pisar el suelo que nunca pudiste aterrizar.

Para entonces habrás cancelado la cita en el consulado, la reservación en el hotel y los intentos por convencerte que lo habías logrado. Luego suspiras al entender que no adquiriste esa deuda; te salvaste de un año repreciones alimenticias autoinfringidas, todo con tal de ahorrar dinero para pagar ese iluso viaje. Por un momento te resignas por completo.

Hoy te llega un correo, otro de los tantos boletines del Comic Con, esos en los que se habla de la charla de William Shatner y del cronograma de presentaciones de películas de súper héroes, pero no, este es diferente. Lo lees y se te hace un nudo en la garganta, te deprimes mientras contestas que no, no serás parte del grupo de periodistas que entrevistará a George R.R. Martin (el autor de Game of Thrones). No dices el porqué de tus motivos.

En el mail ellos no entenderán que eres ecuatoriano, que tu tienes que pedir permiso para poner un pie en casi todos los países decentes del mundo, tampoco dirá que ganas sueldo de periodista, esa profesión de la que a veces dudas pero que es la misma que te hace tener esa clase de oportunidades y permisos para entrevistar a estas personas. Porque aquí es donde se presentra la tragedia: aunque los tengas, los permisos, habrá cosas que hagan tus anhelos imposibles. En un mail no les puedes explicar eso, y aunque lo hagas, no, no entenderán. Por un momento tragas ese nudo en la garganta. Ahora sí, sigue con tu vida. 

2 comentarios:

  1. Yo llevo como 3 años tratando de ir, y siempre sucede algo que me obliga a usar los ahorros, este año me toca ser padre nuevamente. Cada vez me digo:

    Siempre estará el año siguiente.

    ResponderEliminar
  2. Ya somos un club entonces, de los que siempre estamos a punto de ir a las finales no vamos. Aun tengo esperanzas en el 2013.

    ResponderEliminar