martes, 31 de marzo de 2015

'Con ganas de aprender'

Incluso los egipcios hubiesen visto el concepto de 'pasantías' y hubiesen dicho: 'eso es cruel'. Ellos, que a punta de latigazos a judíos levantaron las pirámides de Guiza, no andaban con rodeos ni engañaban a sus explotados: ellos iban a ser utilizados y no iban a recibir nada a cambio.

Pero de eso ya han pasado más de 2000 años. El fruto de la esclavitud sigue en pie y las pirámides siguen siendo contempladas como un logro de la ingeniería/humanidad. A nadie le importan las vida que ahí quedaron ni el sufrimiento que ahí se impartió, porque en realidad nunca nos ha importado, ni nos importará.

En pleno siglo XXI, con toda la tecnología, la hipersensibidad y esnobismo, la esclavitud parecería haber desaparecido, pero no es así. Ya no hay látigos, pero hay empleados de recursos humanos que, apelando a la inexperiencia de los más jóvenes, los convencen de que no hay mayor valor que el del conocimiento. Hoy la esclavitud se llama pasantía.

Y es que, escudadas detrás de 'necesitamos gente con ganas de aprender', las empresas han encontrado la excusa perfecta para sangrar a cuando recién graduado, niño de mami en busca de primer trabajo, e incluso aspirante a un cargo que está dispuesto a aguantar el maltrato que sea necesario con tal de recibir dinero a cambio.

'Con ganas de aprender', no hay cosa más cruel que decirle a una persona: 'muchas gracias por tu esfuerzo, lo valoramos mucho y esperamos que todo el dinero que nos hiciste ganar a costa de tus horas de trabajo, sea suficiente recompensa para ti, la sensación de habernos hecho ganar plata, porque no te vamos a dar ni un poquito'.

La pasantía es una cosa cruel. Las universidades las exigen para hacer que sus alumnos, por primera vez en todos los años de 'estudio', entiendan que no aprendieron un carajo en la aulas y que empezarán desde cero en donde quiera que quieran desenvolverse. Y ojo, ninguna empresa respetable contratará a un recién graduado, a menos de que quiera sangrarlo.

Por su parte las empresas piden pasantías porque quieren que alguien haga su trabajo sin tener que devolverles nada a cambio. Dígame, ¿eso no es esclavitud?

'No hay mayor legado que lo que se ha enseñado', y en base a ese credo proletario, la gente se engaña pensando que a punta de conocimiento se va a salir adelante. Todo eso es mentira: 'no hay mejor legado que un millón de dólares', eso es más acertado.

No hay forma de cuantificar el conocimiento, y desgraciadamente vivimos en una nación en la que la calidad e inteligencia no son rentables, más bien son cualidades que posee un grupo muy reducido de hijos de puta que viven a punta de sueldo mínimo, o sueldo de mierda.

La verdad es que si hay un 'conocimiento' valioso, es tener la capacidad de entender que la única forma de salir adelante en este mundo, es siendo un verdadero cabrón. La sabían los egipcios y también lo sabe el maldito de coeficiente intelectual minúsculo que le va a firmar las pasantías. 

viernes, 6 de marzo de 2015

Identificado

Tradicionalmente digo que soy del Barcelona SC porque mi abuelo fue arquero de ese equipo, pero la verdad es que la pasión por el fútbol me es indiferente.

Sí, me fascina los conflictos, reacciones y demás acciones que se pueden generar por el fanatismo al rededor de una camiseta, pero no me interesa ser parte activa del mismo. Ni siquiera por la camiseta nacional, aunque ha engendrado algunas buenas excusas para salir a beber.

Digo que respeto la tradición familiar de ser el 'ídolo del astillero' porque uno como persona tiene la obligación de siempre pertenecer a un bando. No tanto sentirse identificado con el mismo, sino poder decir que las acciones de uno tienen justificación en la medida que haya un grupo (pequeño o masivo) de personas, respaldando lo que se dice o hace.

Los católicos (y demás sectas) afirman que Jesús es el salvador de la humanidad cuando en realidad, según la tradición y leyenda, el señor lo que quería hacer era sacrificarse para salvar a los judíos, que de paso reniegan del hecho de que él haya sido su mesías. Hay todo un conglomerado global de personas que están seguras de que 'Sweet Baby Jesus' es el salvador y por ese mismo hecho de sentirse apoyado en su 'verdad', la predican. Y en la historia lo han predicado hasta la muerte.

Y es que es mucho más fácil sentirse identificado con algo que entender que uno está completamente solo en el mundo. Lo vemos a diario: 'la gente brillante tiende a tener problemas para dormir', y no falta el hijo de puta que dice: 'me pasa exactamente lo mismo'. La diferencia es que Tomas Alba Edison tenía problemas para dormir porque no podía dejar de atormentarse hasta encontrar un filamento incandescente para lograr crear el foco; tu lo que haces es desvelarte viendo South Park.

Los ejemplos son infinitos, creo: 'las personas más inteligentes tienden a tener el escritorio desordenado', y no faltará el empleado de oficina que se enorgullece de tener un escritorio con más pilas de papeles que el de Einstein. La diferencia es que el segundo trabajó para descubrir los indicios de la realidad y escribió la teoría de la relatividad. El primero solo tiene pereza de guardar y ordenar.

El punto es que las personas justifican toda su mierda escudados en que pertenecen a un 'gran grupo de personas' que validan su estilo de vida. Se sienten identificados con cada mierda que leen y con eso sienten respaldados.

No falta el conglomerado de mamertos que aseguran que un plan político es el correcto porque hay mucha gente respaldándolo; tampoco faltará quienes aseguren que la homosexualidad es una aberración de la naturaleza solo porque habemos más heterosexuales y 'eso es lo correcto'. Así de bobos somos como especie.

El ejemplo más claro de ignorancia creo que se encuentra en el fútbol: millones de personas son capaces de ponerse la camiseta de un equipo, tan solo por una tradición familiar, sin mayor fundamento que el de 'te toca ser de X equipo porque así lo hemos sido todos en la familia', y hay quienes crecen con la convicción de que a esa camiseta hay que defenderla hasta los puños, y todo sin una maldita razón convincente.

'Barcelona me ha regalado alegrías', bueno esa gratificación que sienten las personas por los logros ajenos, en este caso de 11 personas en una cancha, sigue siendo un milagro de la sicología y el marketing. Pero no, tu no has hecho nada para que el equipo gane y la alegría que sientes te ha sido infundada por la marca de cerveza que patrocina al equipo para que celebres consumiendo su producto. Tu alegría no es más que un producto bien vendido. Y no importa cuanto creas que esa alegría es real, los católicos creen que Dios existe y tampoco hay un argumento lógico que les haga entender lo contrario.

Así que pare de encontrarse a su mismo en cada estadística que lee. Usted no es especial, usted es usted, sólo en este mundo, no es más inteligente porque tiene toda su mierda desordenada y ni más brillante porque tiene insomnio. Vaya y viva su vida, la suya, entendiendo que usted no es la tradición que su abuelo le heredó, sino una persona que, lo más probable, se vaya derechito a la tumba sin hacer más nada por el mundo. Y eso disfrútelo. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Dígale no a la abstención

Culear, pegar un palo y/o fornicar; dígale como le diga, siempre y cuando no tenga un fin reproductivo es lo más antinatural del mundo. 

Con esto pareciera que yo le estoy dando la razón a la Revolución Ciudadana y su Estrategia Nacional Interseccional de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo Adolescente (Enipla), y no, jamás podría yo darle la razón a un programa con un nombre tan feo, y menos a algo que reniegue de una de las actividades más bonitas que podemos experimentar los seres humanos, como lo es el sexo. Puro e interesado sexo, sin fin mayor al más egoísta placer. 

Pero es que tenemos que entender a 'nuestro enemigo' para poder renegar del mismo, o argumentarle cosas en contra. Sí, la copulación existe para que la raza procree, por ende, cada 'palo' que se pegue sin el fin de engendrar un hijo, es una actividad 'contra natura'. El sexo se trataba (ojo con el tiempo del verbo), de ver en la mujer un recipiente para engendrar niño. ¿Cómo puede uno si quiera pensar que asegurar el futuro de la raza podía ser algo divertido? 

Claro, cuando la medicina no había avanzado lo suficiente, cuando no entendíamos por completo el funcionamiento de cuerpo de la mujer y sus ciclos, cuando parir era una lotería en la que la embarazada no sabía si iba a salir viva, entonces los argumentos conservadores tienen toda la lógica del mundo. Es decir, tener miedo de una actividad como el sexo está justificado en los estándares de los años 40, pero ya de eso hay 70 años. 

Desde los partos fatalistas hasta ahora, Alfred Kinsey publicó toda una enciclopedia sobre el sexo e incluso se han inventado anticonceptivos para hombres. Entonces, ¿por qué, si ya es seguro, nos debe dar tanta pena decir que disfrutamos del sexo? 

La respuesta es sencilla: porque en Ecuador se sigue teniendo sexo como si fuera 1940. 

Los padres no quieren hablar de sexo con sus hijos porque van a iglesias en donde los instruyen como si fuera la inquisición, los niños crecen avergonzados de hablar de una actividad que no entienden, ni nadie les quiere explicar, y después, como es 'lógico', empiezan a experimentar con sus cuerpos, que no conocen, y terminan encontrando el placer, y una vez que se encuentra eso no hay marcha atrás. Se viven divirtiendo y el cuando se lanza la bomba atómica del embarazo juvenil. 

Con una maquinaria gubernamental que ve en la abstinencia una opción viable para evitar embarazos, eso en un mundo de hiper estímulos como el nuestro, no se puede esperar una verdadera solución, mucho menos cuando la encargada del Enipla, Mónica Hernandez, cree que 'educar en valores' a los adolescentes y niños, es una solución viable. ¿Valores? ¿Dejar de culear es un 'valor'? No me joda. 

A los niños hay que guiarlos, y más que eso, mostrarle las consecuencias de sus actos. Y eso más allá de ser un tema de educación en colegios, es un tema de educación en el hogar, porque de nada sirve que en el plantel se trate de decirle a los niños que deben ser responsables de sus cuerpo si en la casa los padres les hacen tener vergüenza de su sexualidad. 

Recuerdo que a mí, mi veterano, a los 12 años, viendo un anuncio sobre padres que apoyan a sus hijos durante embarazos no planeados, me dijo: 'Ni creas que eso aplica acá. Metes la mata y te vas de la casa'. Creo que no hubo remedio más efectivo para creciente curiosidad sexual que esa frase. De ahí en adelante, la idea del condón y las seguridades que brinda no abandonó mi cabeza. Y con la indagación en el condón empecé a descubrir que existían los anticonceptivos, las T de Cobre, las pastillas del día después, y, en el más extremo de los casos, el coitus interuptus.

Muchos dirán que mi viejos es un insensible que arraigó miedo en mi, creándome un trauma. Pero no es así. Yo estoy seguro de que hizo lo correcto: me dio la venia a hacer lo que yo quisiera, pero que tenía que vivir con las consecuencias de mis acciones. Quizás él no lo vio así, quizás ni siquiera lo pensó o planeó así, pero funcionó. La posibilidad de que una actividad tan rica como el sexo pueda tener una consecuencia tan abrumadora como el embarazo jamás abandonó mi cabeza, y me hizo responsable de mis actos. E invicto, sin hijos, escribo esto. 

Por eso, el objetivo no es abstenerse tener sexo, es hacerlo de forma segura, viviendo todo lo bueno de nuestra sexualidad. Sí, tener sexo para no procrear es una actividad 'contra natura', pero también lo son los zapatos, la ropa e incluso los vehículos. Y todos estos elementos nos hace vivir en sociedad, 'civilizadamente', no somos primates que vivimos para procrear, somos seres humanos que hemos desarrollado actividades que nos llenan de placer, el motociclismo, el paracaidismo, el sexo. Y, siempre habrá la posibilidad de que te estrelles andando en bicicleta, o te hagas puré porque no se te abra el paracaídas en un salto libre y que dejes embarazada a alguien si tienes sexo, pero todo eso si no tomas todas las precauciones del caso. 

Usted no se abstenga, vaya y disfrute de su cuerpo. No se avergüence, cuídese, sí, y goce de todo lo que es capaz de hacer en la cama, en baño, el carro, la ducha, (etc) y váyase 'contra natura', y de una vez, contra el gobierno. ¿Qué mejor que llevarle la contra al gobierno pegando un palo?