martes, 11 de agosto de 2015

Los milenias

Al Gore me presentó, allá por el 2005, el termino 'baby boomers', que no son sino los niños de EEUU que nacieron en el periodo de la post Segunda Guerra Mundial. Mi papá entra en ese grupo, pero, como no nació en el país del norte, jamás se introdujo a si mismo en ese grupo social. Eso está bien. El no es parte del baby-boom, el fue parte de la juventud de mi abuelo.

Esto lo digo porque hoy en día mis contemporáneos y aledaños se refieren a su mismos como 'milenials', los que crecimos en los 90 y en el 2000, que tuvimos contacto con las maravillas del siglo pasado y hoy las consumimos como elementos 'vintage' en ese asqueroso auge de querer vivir 'la calidez' de una époco en donde todo era más complicado.

'Milenials', hasta sofisticado se escucha. Los niños sobre-educados de una generación que busca trabajo en McDonals y Call-Centers. Los niños de papá, dos décadas y media de existencia pero con el desarrollo sicológico de un niño, hambrientos por poseer todos los Pokemones que de niños no se pudieron comprar, y de usar cuanta red social haya para decir que todo lo que poseen (yo hago esto).

'Milenials', ese grupo social que ve con gracia el hecho de que con la misma edad de su padres, no se ha conseguido ni un quinto de lo que ellos tenían. Sin hogar propio y carro pagado a cuotas interminables, seguimos llenándonos de deudas a punta de chucherías y viajes que no cumplen un propósito de descubrimiento personal; no como nuestros padres o los revolucionarios de los 60, para nosotros el viaje es el pináculo del exceso en un país donde nadie nos conoce.

'Milenials' es algo que no somos. Creemos inmiscuirnos en el ese grupo social porque a punta de la globalización ahora nos enteramos de lo que los gringos hacen el mismo día que lo hacen. Ya los estrenos de cine los vivimos en simultáneo con Europa y América del Norte y por eso nos creemos en derecho de ser parte toda su cultura. No, no los somos.

Milenial es el niño gringo que vio sin horror la matanza de Columbine, y que creció para ser el adulto que vio sin horror la matanza de Aurora.

Nosotros, los del sur, los de este imaginario de país, no somos milenials, somos los huérfanos del sucre, los que crecimos en la perpetua austeridad, los que aún no sabemos lo que es vivir sin estar en crisis y que vivimos los embates de nuestros padres, tan indecisos que ni sabían la cantidad de presidentes que querían.

Ahora que el internet nos adoptó, creemos ser parte del mundo pero igual vivimos en nuestra burbuja del sur, siendo espectadores de ese mundo del que se apoderan los milenias (los verdaderos).

Si usted se cree 'milenial', bájese de esa nube. Yo sé que le enseñaron inglés en el colegio y que vive pegado al celular comentando sobre el show de Jimmy Kimmel (yo lo hago), pero no por eso somos parte de la historia. De esos se encargan los gringos, los europeos, y los cerebros nacionales que se van a trabar donde los gringos.

Nuestros padres no tienen traumas de Vietman, nuestros abuelos no fueron a pelear a Europa, y nosotros no somos parte de la evolución del primer mundo, sólo nos aprovechamos de ellas y nos colamos como migrante por la frontera, como para decir que somos parte de las grandezas den nuestros tiempo. No, no lo somos, ni seremos.

Ahora regrese a trabajar, que a nuestra edad nuestros padres ya tenían casa propia. 'Milenial' hijueputa.