jueves, 29 de septiembre de 2011

La culpa

En la calle la luz dice que los peatones no pueden cruzar pero igual lo hacen. El nivel de educación de un país se mide por la capacidad de sus habitantes para obedecer señales. Acá nadie lo hace y eso dice mucho de nosotros. 

Ecuador no es distinto a Suecia, no (bueno quizás ellos tiene más rubias pero eso es otro cuento), tanto allá como acá hay las mismas señales de tránsito, los mismos símbolos y las mismas leyes -eso sí, las multas son más elevadas allá-. Somos prácticamente las mismas personas, los mismos órganos y el mismo cerebro, tanto ellos como nosotros somos personas, entonces ¿por qué carajo ellos si respetan los letreros y nosotros no?

No es que Suecia sea un mejor país (que sí lo es), lo que pasa es que allá funciona lo que acá no: el factor humano. 

Es fácil decir que el país está jodido, que nada funciona y que la culpa es del presidente, eso lo hemos hecho toda la vida pero lo cierto es que nosotros lo pusimos en ese lugar así que ¿la culpa es nuestra?

Tenemos un don, una habilidad única de deslindarnos de las responsabilidades. La culpa es de alguien más: la culpa es del recogedor de desperdicios por no pasar justo en el momento que yo estoy botando la basura -muy a sabiendas que el carro recolector pasará mañana en la noche-. La culpa es del gobierno por no poner agua potable y luz en un lugar que yo invadí. La culpa es del hijo de puta que no vio que me pasé la luz roja. 

Pero todo esto sucede porque el orden natural de las cosas es el desorden (por más ilógico que suene). Los sistemas funcionan en el papel porque son eso, sistemas, teorías que regulan un ente irregulable: la voluntad de las personas. 

Un gordo compra la última Men´s Health para seguir paso por paso la rutina de ejercicios y dieta. Un mes después pese a que la revista dice que iba a bajar 15 libras, el solo ha bajado 3. No es su culpa, no; el comer a deshoras y hacer menos repeticiones de las que le indican no tiene nada que ver con él no haya seguido las instrucciones y no haya bajado de peso. La revista es la que no sirve. Así es siempre. 

Ese mismo gordo es el que va a un bar después de haber leído todos los trucos de conquistar a una mujer que en la Men´s Health aparecen, pero no liga con ninguna. La culpa no es que la mujer no lo encuentre atractivo, la culpa tampoco es su incapacidad de hacer otra cosa que no haya estado escrito en la revista, no, la culpa es de la gaceta que no dice la verdad. 

El mismo gordo pensará después que si el viviera en Suecia, donde las cosas si funcionan y donde la alimentación es mejor; donde las mujeres son más liberales, él tendría una mejor vida. Todo esto lo piensa mientras se apura a cruzar un paso cebra y llegar al otro lado de la calle. La luz dice que no debe pasar, pero el la ignora, como todo lo que ignoró en la vida, así como no se percató del carro que a toda velocidad venía por su izquierda. Y sí, cuando lo atropellen tampoco será su culpa porque aunque el ignoró todo, era obligación del conductor detenerse y no matarlo. La culpa era de quien pese a tener luz verde no frenó a tiempo. 

Puerco país que no funciona. 

1 comentario:

  1. En este instante en que estas leyendo este comentario, sal a la vereda (donde sea que estes) y trata de ignorante a alguien q haga algo de lo arriba mencionado y escribes una cronica basada en lo que suceda (es buena idea). yo lo hice una vez pero no escribi la cronica

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