martes, 14 de junio de 2011

La mú$ica

Redemtion Song tiene que ser una de las melodías mas linda que existen. En su sencillez, Bob Marley plasmó un mensaje eterno, mensaje que nos conmueve hasta el dia de hoy.

Pero seamos sinceros, Bob Marley cantó toda su vida en contra del racismo y la discriminación, y aun así, la gente de color solo consigue trabajos mal pagados; a los latinos les siguen pegando en Europa y EEUU; e incluso acá, al sur del continente americano, la discriminación no solo es común, si no que es tan cotidiana que ya no nos parece incorrecta.

La música protesta existe desde hace mucho: son melodías de lírica fuertes, de mensaje transgresor, mensaje que va empacado en un disco de 14 dólares producido por una disquera multinacional que subemplea trabajadores a los que las canciones del disco van dedicadas.

La música, por mas indispensable que sea, es un producto, y un producto que se vende muy bien. Ni siquiera la piratería, en todo su esplendor y poderío, ha podido mermar las ganancias de los "artistas".

Hoy en dia está Calle 13, un grupo que hace un "llamado de atención a un continente dormido"; que dice no importarle que su música sea descargada ilegalmente, que lo que les importa es que se escucha su mensaje. Aun así, hace un llamado a las personas para que vallan a sus conciertos a escuchar el mensaje, eso si, la entrada cuesta.

No me mal interpreten, yo escucho Calle 13, hacen buena música; melodías bien fabricadas y una lírica, aunque con falencias, que tiene un mensaje mucho mejor que el "hasta abajo" de Daddy Yanky.

Lo que me molesta de Calle 13 es que, por más estén conscientes del hecho que son un producto, traten de no aceptarlo; o quizás si lo aceptan y hacen que su público se coma el cuento, y con comer el cuento me refiero a que compran el cd y pagan las entradas a los conciertos.

Pero la industria no es del todo mala, sin disqueras como Apple no hubiésemos tenido a los Beatles, sin disqueras Soda Stereo no habría sonado en las radios; el problema es que ahora la industria ha dejado de lado ha muchos artistas. Si no pueden sacar lucro de la música, ustedes permanecerán en el circuito underground para siempre. Un ejemplo de esto son los Niñosaurios, banda guayaquileña de impecable calidad, pero que las disqueras ignoran. A Calle 13 no lo ignoran, por más que "insulte a la industria", porque esos insultos son parte del producto que ellos estan vendiendo.

Lo cierto es que Calle 13 no es la única agrupación que se ha aprovechado de la imagen rebelde para vender, ni será la última; la industria musical siempre aprovechará nuestra melomanía para vendernos todo lo que pueda vendernos, especialmente sus discos.

El poder de la música está en la manos de las disqueras, eso hay que tenerlo claro; solo en las películas (y todavía no hacen una al respecto) la música puede cambiar el mundo. Bob Marley y su musica no le conseguirá mejores trabajos ni oportunidades a los africanos; "Imagine" de John Lenon no ha frenado una sola bala; "Hurricane" de Bob Dylan no sacó al Huracan Carter de prisión (lo hicieron unos investigadores) y, definitivamente, Latinoamerica de Calle 13 no va a hacer que los chilenos adoren a los argentinos, ni que la gran Colombia se vuelva a unir.

Cada momento importante de nuestras vidas va acompañado de una deliciosa melodía; las canciones, los albumes invocan los mejores, y los peores, momentos de nuestras vidas, he ahí su verdadero logro: musicalizar, dar armonía a esos "momentos fotográficos" de nuestras vidas.

Pero detrás de la melodiosa voz de Frank Sinatra y su "Fly me to the moon", esa melodía que usaste alguna vez de pretexto para decirle "i love you" a esa chica especial, hay toda una industria lucrándose de tus instantes perfectos. O como crees que papá Sinatra tuvo la vida de lujos que tuvo?

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