domingo, 8 de julio de 2012

Aborte no más

A penas tres días habían pasado desde el incendio en la torre A del edificio las Cámaras, y ya había beneficiados. La principal "ganadora" del infortunio fue la hija de Jacqueline Alvarado, una mujer que (corroborando mis miedos sobre lo peligroso que es ponerle un micrófono a un ecuatoriano en señal en directo) fue entrevistada para que hable sobre la nueva plaza laboral que se había ganado como indemnización por la muerte de su madre. Sí, a esta mujer, por más cruel que suene, lo mejor que le pudo haber pasado es que le muera la progenitora.

No sé ustedes, pero si se me muere mi vieja yo me mato. Pero la hija de Jacqueline no piensa como yo, es más, con el microfono en frente, pudo hablar con Ecuavisa y decir que estaba preocupada porque su mamá era el sustento del hogar, la que pagaba el alquiler, la que traía la comida; en ningún momento habló del dolor de peder a su madre. Que mujer para más hija de puta.

Ese mismo día, ya en la tarde, en la asamblea, a alguno de los ilustres políticos de nuestro país, se le ocurrió hablar sobre el proyecto del nuevo Código Penal, ese que en uno de tantos incisos habla de la despenalización del aborto. En el internet todos saltaron indignados.

En cualquier país civilizado, sea cual sea tu posición política, religiosa o filosófica, el estado da las garantías y seguridades a una mujer que tomó la desición de no traer un niño al mundo; para que se lo practique con todas las medidas sanitarias existentes para que no corra ningún riego. Pero Ecuador no es un país civilizado, acá aún nos echamos sal en el hombro izquierdo para la buena suerte y la mayoría de personas no tiene internet. Acá todavía creen en Dios y piensan que la mujer es un ente que solo sirve para fecundar hijos de los machos alfa. Así de retrasados estamos.

Acá no estamos para avanzar sino para retroceder. Mientras que nosotros condenamos el asesinato de un revolucionario, ocurrido hace 40 años, los franceses y los suizos están a un paso de descubrir la creación de la materia, el origen de la vida. Acá lo vemos con malos ojos porque "están a punto de descubrir la partícula de Dios", interfiriendo con su voluntad divina; idiotas todos los que no saben que el bosón de Giggs lleva ese nombre divino por una falla editorial.

Pero aún así, lo europeos, aunque más civilizados, siguen teniendo esa morbosa fascinación por la vida y sus inicios. ¿Cuál es el punto? La vida es un asco y nosotros nos hemos encargado de esto.

De hecho, la investigaciones del CERN (donde se investiga lo de la partícula de Dios), tiene un costo anual que supera los 1000 millones de dólares, suficiente como para sostener un programa de alimentación a países del tercer mundo, países en donde también hay vida. Solo digo.

En realidad nuestra fascinación por 'la vida' no es más que impulso individualista por seguir existiendo: el instinto de supervivencia. Defendemos la vida como un derecho no porque nos importe, sino que no queremos que un tipo que sea superior a nosotros venga y nos mate. Es puro instinto. Nada más. No se trata de dignidad, no se trata de filosofía, es mero instinto de supervivencia.

La vida es un asco, y lo digo por los que en realidad le toca vivir penurias.

Hoy en Twitter colgaron un link con 25 videos que un grupos de soldados sirios que habían grabado decenas de asesinatos de civiles: acribillados, degollados, colgados, decapitados. La humanidad en su esencia más pura.

Yo no creo que si hoy a alguno de esas personas (que están muertas) le hubiesen preguntado: ¿hubiese preferido que lo aborten? Ellos dirían que sí. Ninguno de ellos hubiese querido vivir lo que le tocó vivir; la humanidad está jodida de la cabeza y eso solo cuestión de prender la noticias para ver que no estoy mintiendo.

Porque en estos tiempos, época en la que a los jóvenes los prenden en fuego estando vivos para robarles un celular (y esto pasó en Quito), era en la que millones de niños se mueren de hambre al día mientras los franco-suizos gastan plata en descubrir como es que esos infantes muertos de inanición se originaron; tiempos en los que cuelgan a personas en los puentes de México para atemorizar a la población y así no se meta con los narcos; en esta época, no hay nada más humano que no traer niños al planeta. No vale la pena.

Yo no pedí venir a este mundo, a mi no me preguntaron, pero lo más seguro es que si me hubiesen dado la opción, enseñándome la clase de personas con las que me hubiese tocado departir, hubiese dicho que no.

Pero es el instinto de supervivencia el que nos ata a todos a esta existencia. Fue ese mismo instinto de supervivencia que hizo que que Jaqueline Alvarazo se lanzara cuatro metros al vacío, con la esperanza de ver a su hija, esa que hoy es la beneficiaria principal de su muerte. ¿Dónde está entonces ese 'valor irremplazable que es la vida' que nuestros asambleístas tanto debaten? Dígamelo usted, que yo sigo pensando que no hay nada más humano que abortar. 

1 comentario:

  1. Paulino Reloaded9 de julio de 2012, 7:54

    Jovenzuelo usted no sabe lo que escribe. Eso del boson de higgs son herejias del demonio, y lo que sucedio en Siria son misteriosos designios del Señor. Orare por usted y su narrativa.

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