miércoles, 4 de junio de 2014

Es culpa de los niños

No creo en el amor, lo he dicho mil veces, pero no hay relación más desinteresada e intensa que la de unos padres por sus hijos. Y si no lo cree es porque no salió a la calle este fin de semana.

Ahora último nos tocó vivir este simulacro de Apocalipsis Zombie que es día del niño: miles de millones de infantes, compañados por una horda de adultos caminando por las calles y centros comerciales, cumpliendo cada capricho de un infante malcriado. Una cosa de miedo.

Pero en medio de tanto caos, de tanto lloriqueo y pataleta de los niños, uno tiene una epifanía, un descubrimiento interesante en el que se devela la razón por la que todas las cosas están mal en el mundo: es culpa de los niños.

Si obviamos la tasa de países donde la gente es más feliz y nos concentramos en lo que importa, que son los países con mayor ingreso per capita y donde las sociedad funcionan como reloj suizo, nos daremos cuenta que son países en donde la gente le huye al tener hijos. Suiza, Alemania, Dinamarca, Noreuga, Japón, entre otros, la tasa de natalidad más baja del planeta. Es más, los nipones tiene 10 años seguidos bajan el número de nacimientos en el país. ¿Y entonces esto que tiene que ver?

Como lo sabe todo padre, los niños lo cambian todo, en especial las prioridades. El que engedra niño ya debe de dejar a un lado su carrera y demás aspiraciones para concentrarse en hacer una vida en la que se le pueda dar gusto a sus engendros. Y eso está bien, no digo que no, pero cuando hablamos de 'hacer una vida digna', un padre responsable está dispuesto a todo.

Para comprar ese juguete que tanto quiere su hijo, un jefe está dispuesto a sacarle las madre y hacer infelices las vida de sus trabajadores con tal de recibir un bono que le permita dar un juguete a su hijo. Por su parte el empleado está dispuesto a cargar con toda la jornada laboral que su patrón le encargue, todo con tal de recibir un sueldo que le de a su hijo una vida decente. Pero el sueldo no alcanza y por eso se trabaja horas extra, así este padre descuida su tiempo familiar, así su hijo crecerá sin cariño paterno y esté se convertirá en otro hijo de puta más de la patria que le joderá la vida al resto. Es un círculo vicioso.

Por su parte los niños estarán en casa, sucumbiendo ante cada idea que les planta la publicidad en la cabeza y llorando para que les den cada capricho que se les ocurre. Toda una industria de entretenimiento y placeres que gira al rededor de su vida, juguetes que son hechos por sus similares, niños asiáticos mal pagados que hace utensilios a un décimo del precio de la marca que los vende (así dice el mito). Pero nada de eso importa, lo que hay es que comprarle juguetes al niño. Y para eso es que los padres, en su constante misión de hacer feliz a sus crías, están dispuestos a arruinarle la vida a medio mundo.

Es muy fácil decir que el mundo está mal por los adultos y la guerra, el hambre y el que me-importismo, pero yo digo lo contrario: el mundo está mal porque nos importan demasiado las cosas, en especial las cosas que quieren los padres para sus hijos. Se habla siempre mal de los soldados que van a otros países a bombardear gente inocente y la mayoría de los combatientes son padre, uniformado que se van a meter al medio de la nada a dar bala para que sus hijos siga viviendo en un país donde pueden conseguir el juguete que les de la gana.

Y quizás por eso es que los países en los que hay menos niños son las naciones que funcionan. Al no haber esta necesidad hacer mierda a media humanidad para costear la vida de un niño. la gente lo que se preocupa es por hacer su trabajo bien, en que lo que los rodea funcione, o, en el caso de los japoneses, hacer dibujitos bacanes.

Póngase a ver a las nacionaes africanas, cada persona de las naciones más pobres tiene como 20 niños y sigue fecundando. Son las naciones más miserables de planeta. No nos vayamos muy lejos, vea las noticias, cada que se quema una casa de alguien marginal, ¿cuántos hijos tiene el afectado? Mínimo 6 y la esposa de turno ya está embarazada de nuevo. Una cosa irresponsable.

Es ilógico andar regando personitas por el mundo si no se les puede dar una vida que valga la pena. Pero eso es lo que 'el pueblo' hace y seguirá haciendo.

Ojo que no digo que traer niños al mundo esté mal, solo que hay que hacerlo en una etapa de la vida en la que se esté seguro que para darle una vida digna al hijo, no haya que joderle la existencia a nadie, en especial al que vaya a nacer.

Pero no hay nada que hacer, incluso si usted trae una cantidad moderada de hijos al mundo, usted me va a joder la exietencia a mi. No me gusta el lloriqueo de los niños y eso es lo que más hacen. Además, yo colecciono varias cosas que los niños llaman juguetes, y a más niños, menos 'juguetes' para mi; y eso me hace igual de infame que un pelado que grita por un pedazo de plástico por el que un niño chino se anda quemando las manos al fabricarlo.

Igual, hay más niños que coleccionistas en el mundo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario