miércoles, 28 de mayo de 2014

Malos hábitos

Extraño escribir. Lo extraño mucho. Ahora le he perdido el hábito y eso es porque ha mi lo de 'escritor' me salió a la fuerza durante los años que me dediqué al periodismo. Pero ahora que me desenvuelvo en otras cosas muy rara vez encuentro un tema del que me quiera referir.

Yo acá podría ponerme a criticar a las mujeres y sus locuras (que si lo he hecho) y así tener de que escribir todas las semanas. Pero eso es muy fácil. Además a todos les gusta leer lo que ya se ha dicho de la locura hormonal o de sus arrebatos. Eso no es lo mío, eso dejémoslo para la gente sin talento.

Tampoco es que yo los tengo, al talento me refiero. Antes, cuando salía a la calle a reportear, siempre había algo que me conmovía, pero ahora lo único que me hace hacer retrospectiva es el comportamiento de la publicidad, y me siento asqueroso.

Escribir es lindo, no es la gran cosa, cualquier pendejo teclear y para probar lo que digo está Twitter. Escribir bien es algo distinto, como Cortazar o Suskind, de esos hay pocos. Pero igual, escribir está muy sobrevalorado. Como lo dijo mi 'tecleador' favorito: 'Con todo respeto, la mente de Borges no daba ni para lavarle los calzoncillos de los tipos que construyen los carros que andan en Marte'. Tiene mucha razón.

Podría encontrarle mil justificativos a las escritura pero lo cierto es que solo es un mal hábito, tal y como lo es fumar para los que dependen de la nicotina. Yo tengo varios hábitos 'de dudosap procedencia', como tomar mucho café o no lavar los platos, dejar acumular la ropa sucia en el cuarto y no tener la mínima intención de ordenar mi entorno. También soy vago y perezoso, y además me gusta escribir.

La lista podría ser más larga, pero como les digo, ya perdí el hábito. Ahora solo añoro un par de situaciones que me hagan poder escribir un par de lineas al mes, pero como ya ni noticias leo, no me queda más que teclear una que otra broma en Twitter. Y eso si que es de los peores hábitos.

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