Genaro Gattuso, el futbolista del A.C. Milán, dijo al huna vez que el estaba avergonzado de su sueldo de (x) mil euros mensuales; él en un año hacía más de lo que su padre hizo en toda su vida. Solo lo dijo, jamás pidió que le bajaran el sueldo, tampoco se quejó cuando compró su Ferrari.
Nadie en su sano juicio pediría jamás que le bajen el sueldo, no importa cuantas personas sufran por esto, tener un par de billetes de más a en el bolsillo abre más puertas y llena más estómagos que la dignidad.
Como lector, como espectador del jetset, lo que le molesta no es el sueldo que percibe este italiano, tampoco le indigna el hecho de la beneficencia que se podría hacer con ese dinero y mucho menos le interesa el número de personas que podrían ser alimentadas en un mes con una sola quincena del defensa, a uno lo que le emputa es que no gana lo mismo.
Uno las protestas de Wall Street y la Puerta del Sol y por un momento se ilusiona de que en realidad existen personas comprometidas con un cambio sistemático en el que la Coca Cola dejará de indicarnos cuando es Navidad y en donde el crédito bancario se doblega ante las necesidades y precariedades de sus usuarios. Pero no.
Yo estoy seguro de que si a cualquiera de los manifestantes se les diera la oportunidad de ganar lo que Gattuso, dejaría las pancartas tiradas en la calle y se dedicaría a meter goles. Usted también lo haría, dice que no porque sabe que no hay probabilidad de que eso suceda y puede mantenerse en pie de sus "ideales" que al fin y al cabo no son más que observaciones que hace de una vida que no es la suya.
Uno lee y escucha esto del 1%, la vida que tiene las personas que pertenecen a esta elitista "secta diabólica" de multimillonario avariciosos, de los lujos que ellos pueden costear. Sobre "los millonarios" leemos textos escritos por hippies y escuchamos testimonios de las bocas de trabajadores resentidos con el sistema, eso que desaprovecharon las oportunidades laborales que otros del 1% si supieron aprovechar. Ninguno en realidad está comprometido con un cambio, todos lo que quieren es pertenecer al 1%. Usted y yo también, no se engañe.
Es normal que uno se ofenda al leer la cantidad de dinero que esta gente percibe, así como es normal que uno se conmueva al ver un cachorrito atropellado en la calle, ambas son respuesta mecanizadas que uno con los años aprendió a fingir. En ninguno de los dos casos unos hará algo para cambiarlo, tampoco es que se pueda, en especial cuando uno vive en un departamento en el que no reciben perros y se desenvuelve en una sociedad en la que la gente con dinero se percatará de que los demás no ganen más de lo debido.
Por lo pronto yo puedo decir que no soy parte del 99%, porque en realidad ese 99% se divide en muchos porcentajes mas: 70% de gente que percibe menos del sueldo mínimo, 20% de quienes son la prole, la clase trabajadora, la que ahorra para comprarse las cosas, 5% de personas pudientes pero que no llegan a millonarios "todo-poderosos", y finalmente el 4%, esa que la componen la escoria de la humanidad (ladrones, artistas, deportistas y demás títeres de la industria) que perciben astronómicos sueldos por actividades tan idiotas como cantar idioteces en un escenario o patear una pelota durante 90 minutos.
Uno esta ubicado en ese puerco 20%, una ilusión forjada a punta de ahorros y deudas en tarjeta de créditos que le hace creer que tiene una vida digna, una vida que aunque genere mayor contribución al mundo, jamás será retribuida como la de Gattuso.
Y a diferencia del futbolista, si yo me quejase de mi sueldo fuese solo para que me lo subieran.
Nadie en su sano juicio pediría jamás que le bajen el sueldo, no importa cuantas personas sufran por esto, tener un par de billetes de más a en el bolsillo abre más puertas y llena más estómagos que la dignidad.
Como lector, como espectador del jetset, lo que le molesta no es el sueldo que percibe este italiano, tampoco le indigna el hecho de la beneficencia que se podría hacer con ese dinero y mucho menos le interesa el número de personas que podrían ser alimentadas en un mes con una sola quincena del defensa, a uno lo que le emputa es que no gana lo mismo.
Uno las protestas de Wall Street y la Puerta del Sol y por un momento se ilusiona de que en realidad existen personas comprometidas con un cambio sistemático en el que la Coca Cola dejará de indicarnos cuando es Navidad y en donde el crédito bancario se doblega ante las necesidades y precariedades de sus usuarios. Pero no.
Yo estoy seguro de que si a cualquiera de los manifestantes se les diera la oportunidad de ganar lo que Gattuso, dejaría las pancartas tiradas en la calle y se dedicaría a meter goles. Usted también lo haría, dice que no porque sabe que no hay probabilidad de que eso suceda y puede mantenerse en pie de sus "ideales" que al fin y al cabo no son más que observaciones que hace de una vida que no es la suya.
Uno lee y escucha esto del 1%, la vida que tiene las personas que pertenecen a esta elitista "secta diabólica" de multimillonario avariciosos, de los lujos que ellos pueden costear. Sobre "los millonarios" leemos textos escritos por hippies y escuchamos testimonios de las bocas de trabajadores resentidos con el sistema, eso que desaprovecharon las oportunidades laborales que otros del 1% si supieron aprovechar. Ninguno en realidad está comprometido con un cambio, todos lo que quieren es pertenecer al 1%. Usted y yo también, no se engañe.
Es normal que uno se ofenda al leer la cantidad de dinero que esta gente percibe, así como es normal que uno se conmueva al ver un cachorrito atropellado en la calle, ambas son respuesta mecanizadas que uno con los años aprendió a fingir. En ninguno de los dos casos unos hará algo para cambiarlo, tampoco es que se pueda, en especial cuando uno vive en un departamento en el que no reciben perros y se desenvuelve en una sociedad en la que la gente con dinero se percatará de que los demás no ganen más de lo debido.
Por lo pronto yo puedo decir que no soy parte del 99%, porque en realidad ese 99% se divide en muchos porcentajes mas: 70% de gente que percibe menos del sueldo mínimo, 20% de quienes son la prole, la clase trabajadora, la que ahorra para comprarse las cosas, 5% de personas pudientes pero que no llegan a millonarios "todo-poderosos", y finalmente el 4%, esa que la componen la escoria de la humanidad (ladrones, artistas, deportistas y demás títeres de la industria) que perciben astronómicos sueldos por actividades tan idiotas como cantar idioteces en un escenario o patear una pelota durante 90 minutos.
Uno esta ubicado en ese puerco 20%, una ilusión forjada a punta de ahorros y deudas en tarjeta de créditos que le hace creer que tiene una vida digna, una vida que aunque genere mayor contribución al mundo, jamás será retribuida como la de Gattuso.
Y a diferencia del futbolista, si yo me quejase de mi sueldo fuese solo para que me lo subieran.
A mi me pagaron mas q a Gattuso en un año, por escribir Hummingbird. Pero me lo gaste todo en papas pringles y coca cola
ResponderEliminarah por cierto, interesante el analisis de ese 99%
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