viernes, 22 de julio de 2011

Preferiría vivir allá

Enciendes el televisor y te encuentras con las noticas del día (que siempre son las mismas): gente se murió, más gente se murió, algún político es acusa de un delito que jura no cometió y, ocasionalmente, los eruditos de la información consideran que un perro bailando salsas merece estar al final del noticiero, todo con la finalidad de “alegrar” el cierre de la edición.

He viajado poco, pero he viajado. Alguna vez tuve la oportunidad de estar en el aeropuerto de Munich, en Alemania, y pude ver el noticiero local: las noticias son las mismas que aca, literalmente; como allá no pasa ni mierda, los noticieros teutones prefieren transmitir sobre los escándalos que suceden en Latinoamérica y África.

En Alemania, un tragedia desproporcionada es el choque de 88 vehículos en una autopista y ese es el suceso del año.

La sorpresa me la llevé hoy cuando al encender el televisor, la noticia de cabecera era sobre la explosión de una bomba en un edificio cerca del parlamente de Oslo, capital de Noruega. Uno piensa ¿Qué carajo tuvo que ocurrir para que un país como ese suceda algo así?

Entiendo que a los gringos les estén atacando a cada rato, sus políticos y militares son expertos en encabronar al mundo, pero ¿los noruegos?

La tasa de criminalidad es Oslo es tan baja que se podría decir que no existe; la gente en ese Noruega tiene una taza de vida de 75 años; el desnutrimiento es una historia de terror que le cuentan a los rubiecitos antes de dormir en sus cómodas camas, muebles donde soñaran sobre los verdes prados que adornan su camino a la escuela, un centro educativo donde recibirán una de las mejores educaciones del planeta; entonces: ¿Qué puede encabronar a esta gente para que bombardeen un edificio?

Entendería que un poco de gente acá en el Ecuador, queme los edificios de las cortes, fiscalía, gobernación y municipio, todos símbolos de un sistema que tiene tazas de desnutrición alarmantes, morenitos analfabetas que corren pidiendo caridad en las calles y que, si tiene suerte, irán a dormir a una casa de caña, soñando con algún día ir a la escuela. Pero no, acá eso no pasa.

Hacer paralelismos entre países europeos y latinoamericano parece descabellado, pero siempre vale compara los lugares en donde, aparentemente, las cosas funcionan a la perfección, como Noruega.

El problema como yo lo veo, entre un sistema como el europeo, como donde no pasa nada de relevancia popular (entiéndase por sicariato, robos a mano armada y violadores a lo Camargo), es que la pasividad de sus vidas los lleva en algún punto de monotonía, a reventar.

Por eso es que cada vez y cuando escuchamos de tiroteos en escuelas, padres que mantienen cautivas a sus hijas durante años mientras las violan, y locos que se desnudan en los partidos de futbol, todo con tal de darle un giro a esas vidas tan monótonas que viven.

Acá, donde tienes que andar viendo que nadie te siga, en donde un juicio puede caducar antes de que se resuelva, en donde coger un taxi te puede salir la carrera más cara de tu vida y en donde las violaciones se han hecho tan comunes que ni conmocionan, nadie busca darle “sazón” a la vida: todo el mundo ruega porque mañana no suceda nada malo.

Lo cierto es que yo preferiría vivir en un lugar como Munich, donde los periódicos sensacionalistas publican como noticia de apertura a una mujer que nació con seis dedos en un pie, a sobrevivir un lugar como el nuestro, en donde la foto de un pie cercenado, probablemente de un cadáver torturado, ocupa los titulares de los diarios.

1 comentario:

  1. Gusanito del saber23 de julio de 2011, 14:01

    oslo es la capital de noruega no de suecia. 4to parrafo, 2da linea. 6to parrafo 2da linea, noruega en vez de suecia

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