A los británicos les debemos tanto: The Beatle, Oasis, el Punk, Harry Potter, el Señor de los Anillos y hasta el fútbol. No soy un hombre de ciencias, por eso solo puedo enumerar cosas mundanas. Cosas que para la supervivencia de la humanidad, no son absolutamente necesarias.
Si hay algo que ellos, los británicos, siempre han sido, es pragmáticos. No tanto como los alemanes, pero igual, su forma de abordar problemas siempre ha sido directa, sin irse por las ramas. Tal y como funciona el mundo real, no el que nosotros, los que vivimos en sociedad, creemos que funciona.
Esa alegoría de orden en el que vivimos se vio truncada hace un par de meses con el Coronavirus, que pasó de amenaza a pandemia con la misma velocidad en la que los chinos hacen hospitales.
Y si bien, quienes entienden de la materia, los médicos, saben que esto es un virus que jode, no es tan letal como se lo anuncia, al menos no para la mayoría de la población. Es más contagioso que otros virus que también nos aquejan, pero no es el ébola.
Por eso es que los británicos, liderados por el no tan brillante Boris Johnson, dijeron que se van a preocupar de su economía y no de sus enfermos. Que de ellos se encargue la selección natural.
La lluvia de críticas al líder fue tal que se tuvo que "retractar" y empezar a considerar qué medidas tomar para apalear la crisis de salud en la que se encuentra sumergido su país, así como el mundo.
Pero lo de Johnson, si bien indolente, es lo que la humanidad ha venido haciendo desde que se germinaron los primeros indicios de sociedad: dejar que los más débiles se mueran.
Me decía un amigo médico que, milenios atrás, la gripe era una enfermedad mortal para los pre-humanos, pero que desarrollamos los anticuerpos para combatir el virus y ahora es una enfermedad que uno atraviesa sin mayor drama. (Aunque ahora he leído que si hay gente que se muere de gripe)
Él mismo, mi amigo médico, me comentaba que en África existe ya un reducido grupo personas que son resistentes al VIH. En este continente, donde este virus ha cobrado tantas vidas, empezaron a gestarse individuos a las que el VIH, que causó la enfermedad que mató a Freddy Mercury, les da cómo gripe.
Ya he comentado este punto con mis amigos y siempre me juegan la carta de la abuela: ¿no te dolería que ella se muera? ¡Claro que sí! Solo saco a relucir que la naturaleza desde siempre ha escogido quien vive y quien muere, solo que ahora tenemos la capacidad de horrorizarnos.
No tenemos anticuerpos para combatir este virus y algunos otros que vendrán en el futuro, y tampoco habrá anticuerpos para la crisis económica que se nos viene.
Quizás los británicos, que se están acordando de la economía, seguirán en pie cuando este calvario termine. Ellos, que han sido imperio y prevalecido durante cientos de años, reinarán una vez más el mundo, y Harry Potter será religión.
O puede que también todos se mueran y no jodamos. Quién sabe.
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