jueves, 4 de agosto de 2011

Anonymus

El 11 de septiembre del 2001 dos aviones reventaron en el World Trade Center de Nueva York. Desde aquel entonces la gigantesca colección de cubiertos de avión que mi papá posee, dejó de crecer.

De alguna forma ese trascendental hecho que parecía tendría las repercusiones políticas más profundas de inicios del siglo XXI, generó un cambio significo en la vida de mi padre: 25 años coleccionando tenedores y cuchillos de toda clase de líneas aéreas, utensilios que a la larga tenían que ser sustraídos porque no los regalaban.

Díganle terroristas, díganle libertadores en sus tierras, los talibanes sabe como cambiar el mundo: reventado a diestra y siniestra lo que se les cruce en el camino; y ojo que no solo lo cambiaron para los gringos, lo cambiaron por completo: por eso cito el ejemplo de mi calvo progenitor.

Hoy uno hackers piratearon la pagina web del municipio de la provincia de Orellana, una pedacito de tierra dentro de otro pedacito de tierra llamado Ecuador. El hecho alarmo a las autoridades, consternó a los líderes políticos de aquella provincia; pero no incrementó ni disminuyó la colección de tenedores de mi papá.

Deduzco que sus acciones no representan ningún cambio, sus acciones de paso, me emputan. Me emputa el hecho que un par de malcriados, siguiendo por el buen camino, no hayan podido mantener hackeada la pagina; pero me emputa más el hecho que ellos creen que han tocado el cielo con las manos por haber hachkeado una puerca página web de una insignificante provincia de un país del tercer mundo.

Diferente hubiese sido que los hackers se hubiesen hecho estragos en esa provincia y hubiesen generado un caos en el país. No lo hicieron. De paso se atribuyeron ser parte de un grupo llamado Anonymus, una red de piratas globales que juega bromas pesadas a los gobernantes y ex gobernantes de países que tiene más relevancia política. Ecuador no es uno de esos.

Ahora, Anonymus solo hace bromas, no puede hacer más; ellos no pueden usar su computadora para cambiar el mundo, a menos que sea una computadora bomba y explote frente a un dictador, explotador laboral o alguno de esos maquiavélicos seres que hemos satanizado.

Esos seres humanos que creen que lo que “Anonymus” hizo es algo genial, son los mismos que hace plantones por cualquier estupidez. Una vez más: el día que un multitudinario plantón haga algo por la libertad, por detener las balas que asesinas durante los asaltos, o cure el cáncer, ese día me iré a plantar bajo el sol como tarado.

Mientras tanto, ir a “defender” mi opinión con un cartel es tan efectivo como ir a pedir a un taliban con una biblia que crea que bombardear cosas no es lo correcto. Es igual de absurdo.

Para cambiar el país necesitamos dos aviones también: uno que valla a Carondelt y otro que valla al ministerio de justicia; de seguro eso si afectará a la colección de tenedores de mi papa, quizás para mal porque en el caos que quedaría el país de seguro se meten a mi casa y nos pelan llevándose incluso la colección de cubiertos de 25 años de antigüedad. Al fin y al cabo lo que pedimos es un cambio, para bien y para mal, eso, como buenos ecuatorianos, no nos importa. ¡Salud!

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