lunes, 4 de noviembre de 2013

El filtro de las fotos

Hay que estar muy mal de la cabeza, o ser un parcial cavernícola, para ver las noticias en televisión. Todos los acontecimiento del momento están en Twitter, y la mayoría de las noticias uno las descubre porque alguien hizo un chiste respecto al tema. Porque es más bonito reírse de las cosas que preocuparse por las mismas, adornar al mundo con un manto de que-miportismo para camuflar una cruda verdad: ya no aguantamos la realidad.

Hoy en la mañana veía una noticia en la que salía Fernando Alonso, el corredor de Fórmula 1, en una camilla, en lo que parecía estar siendo atendido por una lesión grave, pero eso no fue lo que me impactó. La foto había sido sacada de una cuenta de Isntagram, ese red social de mierda que ha hecho que todo el mundo se crea fotógrafo. ¿Se da cuenta lo que estoy diciendo? ¡La foto la sacaron de una cuenta de Instagram! En el lugar hubo un mal parido cuya principal preocupación no era la de tomar una foto y comunicarle al mundo lo que había sucedido, no sin antes ponerle un filtro de color y un 'bonito desenfoque' a una gráfica que no tiene nada de bonito. ¿Qué clase de personas somos? 

Ya la realidad como tal no nos conmueve, no si no tiene un filtro de color, tonos saturados o algún efecto que haga de la foto 'una experiencia artística', pasa desapercibido. Que se joda el arte. 

Ya no aguantamos la realidad y por eso pasamos más tiempo disfruntando de historias creadas para la televisión donde un tipo con cáncer se pone a cocinar metanfetaminas sin que en 6 años le haya caído un puto agente de la DEA (esto me lo acabo de inventar, no vi la serie). Pasamos más tiempo sufriendo por la vida de uno de los personas de una serie fantástico-medieval producida por HBO, que por la salud de quien nos cocina la comida. Pasamos más tiempo alejados de nuestras vidas, encerrados en el cine, las redes sociales el internet y la televisión porque, aceptémoslo, nuestra vida es insoportable.

Uno le hecha la culpa a la publicidad, a las películas y a los medios de crearnos una expectativa, un modelo a seguir, pero lo cierto es que eso es culpa de nuestro padres, ellos, los que nos acostumbraron a pensar que debíamos tener una vida de reyes porque 'nos la merecíamos', y nunca ha existido una mentira más grande. Usted y yo no nos merecemos nada. Desde entonces nosotros maquillamos nuestras vidas no solo para nuestros padres, sino para el mundo, para que la gente entienda lo 'bella que nuestra existencia'.

Por eso yo prefiero los chistes a los filtros de las fotos. El chiste acepta la verdad y se mofa de la misma, haciendo énfasis en lo absurdo del drama; el filtro no hace más que 'embellecer' algo horroroso. Y por eso es que prefiero Twitter antes que Instagram. Porque prefiero chistes sobre las condicion de Alonso antes que imágenes del piloto reventadas a efectos para hacerlo lucir mejor de lo mediocre que es. Tal y com olo hacen los reportajes-homenaje de la puerca televisión: el verdadero filtro de la realidad. ¿O no cree que todas las noticias que se les dicen están maquilladas? 

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