jueves, 8 de agosto de 2013

A mí hágame daño

Mi proveedor de telefonía móvil me impide comprar un segundo paquete de megas para navegar en internet. No le veo la lógica. Si me quiero gastar mi dinero en más internet no veo porque me lo han de negar. Quizás esto se deba a que, según tengo entendido, las operadoras ven saturadas sus antenas con la cantidad de datos que nosotros, los usuarios, a diarios transmitimos. Su solución: privarnos del intenet. Mejorar sus equipos y antenas no es una opción.

Esto resulta gracioso, eso de que nos quiten el internet, especialmente cuando en el 2011 la ONU decretó que el acceso a la 'World Wide Web', era una derecho humano y cualquiera que te lo niegue está cometiendo un crimen. Pero bueno, esos derecho no sirven para nada, y si no lo cree vaya a ver como en pleno siglo XXI los africanos se siguen muriendo de sed.

Lo curioso es que mi proveedor me dice que hace esto, no dejarme comprar más paquetes de megas, para protegerme a mí y a mi bolsillo. Es como una segunda madre que no te deja comer más caramelos porque te van a salir caries, que también es mentira.

En nombre de la integridad de las personas, todos nos ven las huevas: mi proveedor, tan preocupado por mi economía, no me deja pedir más megas pero no me hace descuento en mi servicio de internet cada que se cae. Cabrones que no entienden de lógica.

Pero no es de sorprenderse, ellos jamás perderán dinero, esa es labor nuestra.

Lo curioso es que ahora, en un arranque, o necesidad de mostrarse humanas, las marcas tienden a mostrar este lado paternalista, interesadas en proteger a sus consumidores: mi gaseosa favorita  hace campaña para que sus usuarios tomen el producto pero se ejerciten, muy a pesar que todos los que tomamos esta bebida tenemos sobre peso y somos vagos.

Otra, una marca de agua, dice hacer botellas que cuidan en medio ambiente mientras que una de las cadenas de supermecados más grandes del país, ua temporada, distribuyó fundas bio degradables, Ya no lo hacen. Imagino salía muy caro.

Es tan imbécil todo esto de marcas que utilizan el ímpetu de la época por desarrollar conciencia para vender más. Idiotas todos lo que se dejan convencer por esto: usted compre porque le gusta el sabor, olor o sensación de algo, es más, todo lo que consume y a usted le gusta hace daño y no importa lo que su marca favorita le diga, usted siempre serán el jodido.

Por eso, a mi hágame daño y al ambiente que me rodea. A mi deje de estarme cobrando 5 centavos de más por una botella que tiene la capacidad de degradarse y deje de andar negándome el servicio maldito servicio de internet justificándose en algo tan imbécil como 'mi integridad'.

A las marcas no les importamos, eso es claro. Si no me cree, revise sus transacciones bancarias y vea cuanto le cobra su puto banco por manejar su dinero o emitirle un maldito estado de cuenta. De nada. 

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