jueves, 14 de mayo de 2015

Nos violan

¿Qué es una violación? Es cuando un individuo sin escrúpulos intenta, a la fuerza, física, socológica o verbal, tener sexo con alguien. Cuando obligan a una persona a ser parte de un acto del que claramente no querían ser parte.

Si lo vemos así (que no es tan simple ni sencillo), no hay actividad más parecida a la violación que el telemarketing, específicamente el telefónico: operadores que llaman semana a semana, mes a mes, todos los malditos años, a venderte mierda que no quieres comprar.

¿Por qué tan radical y decir que parece una violación? Yo le pregunto: ¿cuántas veces usted les ha dicho: 'no, no quiero comprar ningún celular, plan, tablet, viaje, patito de huelo, (etc) nuevo', y los malditos nos siguen llamando? Decir 'no quiero' y que te sigan insistiendo, bien podría ser considerada una 'violación'.

Sí, yo entiendo que ellos no tienen la culpa del todo porque es su trabajo, pero, así como los vigilantes de tránsito también 'sólo hacen su trabajo', los telemarketeros joden al mundo con su forma de llevar pan a la mesa.

Nos están violando. Todos los meses nos llaman a tratar de 'obligarnos' a comprar algún plan nuevo de Claro o Movistar, o un nuevo triple pack de TVCable, o, peor, una vez me llamaron de Dinners Club (o la empresa que le hacía el telemarketo a ellos) a decirme que me había ganado 'gratis' un paquete vacacionales por 'cómodas cuotas de $ al mes'. ¿Acaso hay gente que cae en la trampa?

Y sí, técnicamente no nos están 'obligando' a comprar nada pero es la misma técnica de un violador que utiliza la intimidación verbal para conseguir su cometido: eventualmente alguien va a ceder a su insistencia. (Eso o un hombre heterosexual bien ladilla que le insiste a una mujer hasta que ella cede. Es lo mismo).

Nos están violando. En lo que va del año tres veces me han tratado de vender celulares y dos tablets, un paquete de crucero y más canales de suscripción para el paquete de televisión pagada que tengo en mi oficina. Pero, por más insistente que suene, una vez me violaron (telefonicamente) y por eso estoy hrto de tanta insistencia.

Una vez compré una línea Movistar que la tengo ahí, de adorno, sin utilizar, con un plan de datos de mierda que se cae más que el deplorable servicio de Claro y que, por eso mismo, dejé de usar. No me sirve para nada, pero por la insistencia, terminé comprándola. La he tratado de cancelar más de 3 veces y, cada vez que llamo, me intentan violar de nuevo ofreciéndome más minutos gratis que, a la final, no son gratuitos porque uno los termina pagando al final de algún mes.

Así que si usted es telemarketero o tiene una empresa de telemarketing, usted es un violador. Usted usurpa con su insistencia el bolsillo de la población y lacera el tímpano de quienes forzan a ser parte de su método de ganancia.

Asumo que para alguien en el negocio del telemarking, vender algo, debe sentirse igual que cuando un violador logra su cometido: lo disfruta. Y eso es horrendo. 

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