Incluso los egipcios hubiesen visto el concepto de 'pasantías' y hubiesen dicho: 'eso es cruel'. Ellos, que a punta de latigazos a judíos levantaron las pirámides de Guiza, no andaban con rodeos ni engañaban a sus explotados: ellos iban a ser utilizados y no iban a recibir nada a cambio.
Pero de eso ya han pasado más de 2000 años. El fruto de la esclavitud sigue en pie y las pirámides siguen siendo contempladas como un logro de la ingeniería/humanidad. A nadie le importan las vida que ahí quedaron ni el sufrimiento que ahí se impartió, porque en realidad nunca nos ha importado, ni nos importará.
En pleno siglo XXI, con toda la tecnología, la hipersensibidad y esnobismo, la esclavitud parecería haber desaparecido, pero no es así. Ya no hay látigos, pero hay empleados de recursos humanos que, apelando a la inexperiencia de los más jóvenes, los convencen de que no hay mayor valor que el del conocimiento. Hoy la esclavitud se llama pasantía.
Y es que, escudadas detrás de 'necesitamos gente con ganas de aprender', las empresas han encontrado la excusa perfecta para sangrar a cuando recién graduado, niño de mami en busca de primer trabajo, e incluso aspirante a un cargo que está dispuesto a aguantar el maltrato que sea necesario con tal de recibir dinero a cambio.
'Con ganas de aprender', no hay cosa más cruel que decirle a una persona: 'muchas gracias por tu esfuerzo, lo valoramos mucho y esperamos que todo el dinero que nos hiciste ganar a costa de tus horas de trabajo, sea suficiente recompensa para ti, la sensación de habernos hecho ganar plata, porque no te vamos a dar ni un poquito'.
La pasantía es una cosa cruel. Las universidades las exigen para hacer que sus alumnos, por primera vez en todos los años de 'estudio', entiendan que no aprendieron un carajo en la aulas y que empezarán desde cero en donde quiera que quieran desenvolverse. Y ojo, ninguna empresa respetable contratará a un recién graduado, a menos de que quiera sangrarlo.
Por su parte las empresas piden pasantías porque quieren que alguien haga su trabajo sin tener que devolverles nada a cambio. Dígame, ¿eso no es esclavitud?
'No hay mayor legado que lo que se ha enseñado', y en base a ese credo proletario, la gente se engaña pensando que a punta de conocimiento se va a salir adelante. Todo eso es mentira: 'no hay mejor legado que un millón de dólares', eso es más acertado.
No hay forma de cuantificar el conocimiento, y desgraciadamente vivimos en una nación en la que la calidad e inteligencia no son rentables, más bien son cualidades que posee un grupo muy reducido de hijos de puta que viven a punta de sueldo mínimo, o sueldo de mierda.
La verdad es que si hay un 'conocimiento' valioso, es tener la capacidad de entender que la única forma de salir adelante en este mundo, es siendo un verdadero cabrón. La sabían los egipcios y también lo sabe el maldito de coeficiente intelectual minúsculo que le va a firmar las pasantías.
Pero de eso ya han pasado más de 2000 años. El fruto de la esclavitud sigue en pie y las pirámides siguen siendo contempladas como un logro de la ingeniería/humanidad. A nadie le importan las vida que ahí quedaron ni el sufrimiento que ahí se impartió, porque en realidad nunca nos ha importado, ni nos importará.
En pleno siglo XXI, con toda la tecnología, la hipersensibidad y esnobismo, la esclavitud parecería haber desaparecido, pero no es así. Ya no hay látigos, pero hay empleados de recursos humanos que, apelando a la inexperiencia de los más jóvenes, los convencen de que no hay mayor valor que el del conocimiento. Hoy la esclavitud se llama pasantía.
Y es que, escudadas detrás de 'necesitamos gente con ganas de aprender', las empresas han encontrado la excusa perfecta para sangrar a cuando recién graduado, niño de mami en busca de primer trabajo, e incluso aspirante a un cargo que está dispuesto a aguantar el maltrato que sea necesario con tal de recibir dinero a cambio.
'Con ganas de aprender', no hay cosa más cruel que decirle a una persona: 'muchas gracias por tu esfuerzo, lo valoramos mucho y esperamos que todo el dinero que nos hiciste ganar a costa de tus horas de trabajo, sea suficiente recompensa para ti, la sensación de habernos hecho ganar plata, porque no te vamos a dar ni un poquito'.
La pasantía es una cosa cruel. Las universidades las exigen para hacer que sus alumnos, por primera vez en todos los años de 'estudio', entiendan que no aprendieron un carajo en la aulas y que empezarán desde cero en donde quiera que quieran desenvolverse. Y ojo, ninguna empresa respetable contratará a un recién graduado, a menos de que quiera sangrarlo.
Por su parte las empresas piden pasantías porque quieren que alguien haga su trabajo sin tener que devolverles nada a cambio. Dígame, ¿eso no es esclavitud?
'No hay mayor legado que lo que se ha enseñado', y en base a ese credo proletario, la gente se engaña pensando que a punta de conocimiento se va a salir adelante. Todo eso es mentira: 'no hay mejor legado que un millón de dólares', eso es más acertado.
No hay forma de cuantificar el conocimiento, y desgraciadamente vivimos en una nación en la que la calidad e inteligencia no son rentables, más bien son cualidades que posee un grupo muy reducido de hijos de puta que viven a punta de sueldo mínimo, o sueldo de mierda.
La verdad es que si hay un 'conocimiento' valioso, es tener la capacidad de entender que la única forma de salir adelante en este mundo, es siendo un verdadero cabrón. La sabían los egipcios y también lo sabe el maldito de coeficiente intelectual minúsculo que le va a firmar las pasantías.