lunes, 9 de diciembre de 2013

El reguetón es el nuevo punk

Daddy Yabky es el nuevo Iggy Pop y Don Omar es el nuevo Joe Ramone. Me pienso tragar todas mis palabras y dejar mi ego en el suelo con lo que voy a escribir, pero: el reguetón es el nuevo punk.

Sí, como lo leyó, y espero que siga leyendo. Nada puede frenar a este género y cada vez tiene más fans, tal y como los Beatles en su tiempo o The Ramones en el suyo; Nirvana en los 90, o Ray Charles en los 50. Y en cada época hay quienes dicen que 'esa música de moda es una mierda'. En la actual, somos usted y yo lo que le hacemos muecas al reguetón, pero este reirá al último.

¿Por qué decir que el reguetón es el nuevo punk? Porque representa la misma decadencia que cada generación adora. En los 70 no había nada más decadente que punk, ahora lo es el reguetón.

Cuando el garage rock arrojaba a su hijo bastardo, el punk, todos le hacían muecas al género que representaba el volatil deseo de rebeldía y que-me-importismo de la juventud; esa necesidad por expresarse en contra de un modo de vida establecido y de ir más allá de los límites de la tolerancia. Vestidos con atuendos que en aquel entonces parecían lo más decadente del mundo, hoy, años después, cuando su mensaje e importancia es entendida, los adoramos.

En los 60 la  música celebraba las drogas y en los 80 se inclinó en contra del status quo; ya para los 90 la música representaba esa incomodidad juvenil con el estilo de vida. Pero nada de esto le concierne a Latinoamérica porque nosotros solo somos mercado de tendencias que los gringos nos imponen, hasta que llegó el reguetón.

Sexo, mujeres sudadas, hombres reventados a músculos y usando gafas del sol en la noche; herederos del hip-hop gringo pero con un giro caribeño, caliente como el clima de donde se origina y representante, género abanderado de una generación reprimida.

No por nada la gente grita la lírica de estas canciones a todo pulmón. Los hombres someten verbalmente a las mujeres, tal y como siempre lo desean pero las miles y cientos de campañas en contra de la violencia femenina, les han enseñado que no deben hacer; por eso se desquitan de las mismas en la pista de baile. Las mujeres, menean la cadera con soltura, rozando los muslos en pantalón ajeno, todo con ese permiso lírico que les da el género y el estilo de baile, libres de su propia vergüenza infundada por sus madres. Decadencia pura, lo que nos encanta.

Los gustos musicales populares dictaminan la ideología de una generación y marcan el camino hacia la forma de pensar de los año venideros. Sí en los 80 era 'Anarchy in the UK', hoy es 'eso en cuatro no se ve', un canto a la resignación, a como se toma la vida como viene, siempre y cuando venga y sea divertida.

Nada podemos hacer para suplir el gusto de las masas por la decadencia. No por nada las mujeres adoraban ver a Morrison embolarse en el escenario, y por eso mismo es que adoran ver a René Pérez bailando sin camiseta en el escenario.

Nada podemos hacer para detener esto, pero solo quiero vivir lo suficiente como para ver la clase de excusas que los adultos de mi generación le darán a sus hijos y nietos sobre como conocieron a sus parejas. Los abuelos que fueron jóvenes en los 60 juran que jamás la fumaron, los de los 80 le atribuyen todo a los errores de la juventud y al espíritu rebelde; los de los 90 dicen que simplemente fueron inamaduros. Ya quiero ver como le explican a sus nietos que a su abuela la conocieron punteándosela en medio de una discoteca en una fiesta que nada tiene que nada tiene envidiarle a las que montaban los de Möltey Crüe, quienes ahora, como lo serán en su respectivo tiempo los reguetoneros, son rockeros respetados.   

3 comentarios:

  1. Estimado, estiendo su punto sobre que el punk y el reggaeton son hitos de decadéncia de la época, pero por favor, el punk tenpia un significado de protesta contra la sociedad de cuando fue concebido y un toque de sentimientos personales, no la basura del reggaeton que solo es una oda sexual y machista, antes de hacer tan "soberbio" análisis vea todos los puntos, extra de eso, le dejo esta nota y dígame que reggaetonero ha hecho algo parecido en su vida. http://redaccion.lamula.pe/2013/12/23/sex-pistols-y-la-navidad/christianelguera/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi no me agrada el reguetón, pero uno debe de dejar de pensar en reguetón como algo meramente machista y nihilista, y empezar a enforcarse en las motivaciones que lo convierten en el género más popular. Es facil decir: es 'música mala', como lo ha hecho, cuando, de por sí, el reguetón está rompiendo con ciertas barreras sexuales y tabúes que atosigan a nuestra sociedad. Lo está haciendo de una forma errónea, pero nos aproxima a temas que antes eran muy difíciles de abordar, como son el sexo, la misoginia y el rol de la mujer. Créame, he visto todos los puntos, hasta los más sesgados, y por eso afirmo que esta generación es del reguetón así como las anteriores fueron del punk, el rock y grunge.

      Con respecto a la nota incluida, bueno, hay que leer todos los actos de caridad que estos seudo artistas, los reguetoneros, hacen. Todo es marketing, y ellos han hecho conciertos benéficos, repartir entradas, miles de vainas que pueden ser igual o más caritativas que el concierto de los Sex Pistols (ojo con el aproximamiénto sexual de la banda desde su nombre). No por esto los músicos urbanos dejan de ser menos despreciables.

      Solo deténgase a analizar las cosas con profundidad, dejando todo ese rencor que siente usted por los reguetoneros (que yo también lo sentí en algún momento), y vea las cosas desde un punto de vista antropológico antes que visceral. Feliz año.

      Eliminar
  2. Joven pero usted bien que se va hasta abajo en las fiestas

    ResponderEliminar