lunes, 10 de junio de 2013

La culpa no es del reguetón

Había una canción a inicios de la década del 2000, Pamela se llamaba, una melodía que horrorizaba a las madres de mi época adolescente y que vaticinaba la llega de despreciable género que hoy invade las discotecas desde Miami hasta el cabo de fuego. Reguetón le llaman, y es, dentro de sus cánones, una genialidad.

Acá el único que puede venir a decir que no ha bailado reguetón es un inválido. Ya sea sobrio o borracho, todos hemos estado en una pista de baile 'disfrutando' de la melodía. Unos y unas más que otros y otras. Porque, ha mucho pesar de todos los hipsters, amantes de Floyd y nihilista, el regetón si hizo para deleitarse, y funciona. Y vaya que hasta la feminista más empedernida tiene ganas de menear las nalgas en algún momento de su vida. 

Es muy fácil odiar el reguetón, al machismo que representa y la destrucción de la figura femenina y del idioma español en cada una de sus estrofas. Pero, así como lo odiamos, hay muchos más, millones, trillones que lo aman.

La polémica sobre este género se desata en este país de mierda, nuevamente, cuando aparece en las redes sociales una serie de videos en los que, universitarias y colegialas, bailan de provocativa forma a sus parejas, en algunos casos incluso llegando a la desnudez. (Y a todo esto: ¿qué de malo tiene andar desnudo?)

La 'indignación' llegó a tal punto que ahora una señora idiota ha pedido la prohibición del género (http://bit.ly/12BkeVu) y todo porque el reguetón 'incita al sexo temprana edad'. Pero, lo que esta señora no sabe, o entiende, es que son las hormonas las que nos llevan a ponernos 'cachondos' a temprana edad. El cuerpo de las niñas desde los 14 años (en promedio) está listo para ser fecundado y el pene a uno se le para desde que tiene memoria. El reguetón lo único que hace es provecharse del sistema endocrino de las niñas y de los entusiastas 'pajeritos'. 

A los niños y pubertos de estos videos, en vez de crucificarlos mediaticamente, lo que hay es que explicarles lo que están atravesando, porque tiene erecciones cada que ven a una niña botina y a esta hacerla entender porque siente lo que siente cuando la tocan. Si no se les dice, simplemente irán por la vida, como mandriles hambrientos de coito; como un perro al que le pegan cada que se orina en la sala, reprendido sin entender porque, y por eso se vuelve a mear en el mismo lugar.

Eso de echarle la culpa a un género musical por las falencias de un hogar a la hora de hablar de sexualidad con los niños, es la salida más fácil. 'No soy yo el que mal educó a mi hija haciéndole creer que los niños nacen de remolachas en el piso; no, fue la música del diablo'. ¿Cómo esperan que una persona tome conciencia de lo que tener sexo implica si jamás se lo han hecho saber?

Recuerdo que cuando la canción 'Pamela' empezó a sonar en las fiestas a las que yo iba y en donde nadie me sacaba a bailar, los padres del colegio en el que estaba hicieron que la psicóloga nos haga entender de lo que se trataba la canción que estábamos escuchando. Ya era decisión de nosotros disfrutar o no de la canción una vez que estábamos al tanto de cómo se expresaba de las mujeres. Y créame, las niñas de mi colegio la siguieron bailando. Eso sí, ellas bien se hicieron respetar como mujeres y por eso mi compañeros y yo fuimos célibes hasta mediana edad.

La culpa no es del reguetón, el género solo se aprovecha de la premisa 'el sexo vende' para comercializar canciones. Está bien, uno es dueño de lo que consume, pero debe estar al tanto de lo que se disfruta y de cómo eso afecta a la persona. Prohibir algo solo porque incita a la sexualidad es imbécil, sería como prohibir las bebidas azucaradas porque 'causan diabetes' o la mayonesa porque 'causa acné'.

Quizás, y en respuesta, nosotros deberíamos recoger firmas y dinero para pagarle a esta señora un curso de baile de reguetón. Quizás después bailarlo, entienda porque es que a la gente le gusta. No hablo porque mi, a mi no me agrada, pero ¿quién está en contra del reguetón cuando se lo están bailando? (Aplica para mujeres también) 

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